«Una "bomba sucia" es un dispositivo de dispersión radiológica, como lo define el Organismo Internacional de la Energía Atómica (Oiea), compuesto por un explosivo convencional, como la dinamita, con un material radioactivo de uso civil y relativamente fácil de hallar, como el cesio-137 utilizado en todo el mundo en medicina y otros usos», explica CNN.
De acuerdo al medio estadounidense, una vez que estalla sus componentes radioactivos se van esparciendo a todos los lugares cercanos donde fue lanzada. Esta se expande en forma de polvo o pellets que son como pedazos pequeños de bomba.
Los daños que provoca una “bomba sucia” pueden llegar a costar millones a las regiones donde son arrojadas. Pues, una vez que cae, el lugar debe ser descontaminado y evacuado, ya que se podría llegar a demoler algunas instalaciones, según CNN con base en su información recopilada de Nuclear Threat Initiative.
“El Oiea realiza simulacros para establecer protocolos de acción ante posibles ataques terroristas. Estos protocolos incluyen duchas de descontaminación de las víctimas para limpiar la mayor cantidad de radiación posibles”, apunta el medio estadounidense.
Otros elementos importantes son los diagnósticos a las personas afectadas para precisar si se ha inhalado alguna partícula radioactiva y si es necesario un tratamiento médico. Pues, en criterio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., la bomba no podría provocar una enfermedad grave, a no ser que las personas hayan estado muy cerca del lugar de explosión.
PANAMERICANA.