Como se conoce, la Central Obrera Boliviana (COB), liderada por el ejecutivo Juan Carlos Huarachi convocó a una marcha denominada “por la democracia” que descendió de la ciudad de El Alto al centro de La Paz.
Medida que constituye un contrasentido según explicó a Panamericana el diputado de Comunidad Ciudadana, Enrique Urquidi, para quien no corresponde enarbolar la defensa de valores democráticos y al mismo tiempo amenazar con la toma de la Asamblea Legislativa.
Al margen de ratificar críticas hacia Huarachi por apuntar a ambiciones personales, el parlamentario de oposición lamentó que el ente matriz de los trabajadores haya perdido su esencia, según advierte, por injerencia política del MAS.
Empero, Efraín Mollo como secretario de comunicación de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia afín al gobierno de Luis Arce, justificó la movilización reafirmando que busca consolidar la democracia en el país ante amenazas de índole fascista.
Mollo agregó que la intención de presionar a la Asamblea Legislativa no implica vulnerar la Constitución Política del Estado, pues este órgano ha perdido legitimidad, dice, para convertirse en un grupo defensor de la derecha tradicional y la nueva oposición al gobierno.
La marcha de afiliados a la COB en La Paz, coincidió con la planificada por la Confederación de Jubilados de Bolivia, cuyo representante, Rodolfo Ayala, explicó que no se trata de una medida política, sino la única alternativa para lograr la aprobación del proyecto de ley 035 de modificaciones a la Ley de Pensiones.
Ayala aclaró que la causa del sector pasivo no tiene vinculación partidaria y reprochó la distorsión por parte de algunos dirigentes que confunden a la población. Además, advirtió que los jubilados del interior del país se mantendrán en la sede de gobierno hasta que su demanda sea atendida.
PANAMERICANA.