En esta jornada corresponde formular algunas consideraciones en torno a un tema que ya habíamos abordado ayer pero sólo desde un punto de vista general, es decir sobre las funciones de un Órgano Legislativo, tomando en cuenta que, en el país la situación de momento es bastante compleja y complicada.
Habíamos mencionado que en las naciones democráticas, el poder legislativo es de fundamental importancia y su funcionamiento de igual manera debe generar confianza en la ciudadanía.
Una de las características fundamentales en el funcionamiento de un legislativo, se vincula con su capacidad de generar consensos en una sociedad abigarrada y heterogénea, logrando equilibrios necesarios para una convivencia pacífica.
En el caso boliviano, se ha presentado una situación coyuntural de inmejorables condiciones para recuperar un rol proactivo para reconstruir la convivencia pacífica, aunque obviamente ello, debe estar acompañado de decisiones políticas, de igual manera concertadas y equilibradas, pero en las calles.
Algunos analistas, han manifestado que la gobernabilidad política, suele estar siempre afincada en el Legislativo, y que ello debe estar acompañada de decisiones en las calles.
Como es de conocimiento público, algunos analistas han manifestado que el hecho de que se haya producido esa suerte de ruptura interna en el Movimiento al Socialismo, que se refleja con bastante elocuencia en la Asamblea Legislativa, permite observar un nuevo escenario en la misma.
Independientemente de los discursos que se manejan por el momento, está claro que las acciones serán adversas a nivel del legislativo, pues los cálculos y balances políticos, están absolutamente distanciados.
Ello se puede evidenciar por los objetivos que cada quien maneja por el momento, dado que no es desconocido que las pretensiones electorales están en el horizonte inmediato, a pesar de lo prolongado del tiempo hasta llegar a una etapa propiamente preelectoral.
Y si bien las decisiones no están claras por el momento, muchos analistas pueden vislumbrar los caminos que van a seguir, tanto Evo Morales, Luis Arce y David Choquehuanca, en un escenario político sumamente cambiante y sorpresivo.
Por ello, los caminos y acciones en el escenario legislativo tomarán rumbos distintos a los que se acostumbraba durante 16 años, a decir de los analistas. Por un lado, el bloque del MAS de quienes van a defender y apoyar la gestión del presidente Luis Arce, y el otro sector, también masista, que se apresta a hacer todo lo contrario.
En este escenario es que se presenta las nuevas opciones para un trabajo Legislativo efectivo y equilibrado, con panorama similar al que se presentó con la aprobación de la ley del censo.
Es por ello que se ha afirmado que habrá un antes y un después en este escenario, cuando se habla de tratar, considerar y aprobar normas y mecanismos legislativos que deben ser parte de la gestión de gobierno.
Ahora bien, la atención no sólo estará centrada en estos bloques del MAS, sino que las miradas también estarán fijadas en los bloques de oposición de Comunidad Ciudadana y Creemos, pues de igual forma se produjo un remesón en función del último conflicto por el censo.
Precisamente lo ocurrido en la organización política de Luis Fernando Camacho, ha derivado en una situación sumamente compleja y es posible que también sus dos bloques puedan optar en caminos distintos.
Es por ello que los conceptos que habíamos mencionado como la concertación, el diálogo y la negociación, desde un punto de vista positivo, son posibles de encarar, si es que se sigue el camino adecuado, en función del bien común y no individual.
Así como existen tendencias que buscarán generar la conflictividad, también habrá quienes busquen la convivencia pacífica, aseguran los especialistas, aunque ese no es el único mecanismo para la búsqueda de mejores días para el país, pues depende mucho de lo que se haga afuera.
En todo caso, se tendrá que aguardar la evolución de los sucesos, para constatar las tendencias que por el momento se observan en el escenario político y legislativo.
PANAMERICANA.