Como se sabe, el gobierno ha ratificado que respetará el día feriado del 22 de enero, fecha instituida como el Día del Estado Plurinacional de Bolivia, aunque el aparato estatal desempeñará labores con normalidad, mientras la presidenta Jeanine Añez prepara un informe sobre los dos meses de gestión desde que asumió el mando del país.
El anuncio de dicho reporte ha levantado un debate sobre la pertinencia de que la mandataria revele información que en lugar de contribuir a la pacificación, promueva confrontación tomando en cuenta la postura radical de algunas figuras masistas.
Panamericana, ha recogido las impresiones de algunos entendidos en la materia. En primera instancia, la reconocida analista Éricka Brockmann, opina que la oportunidad debería ser aprovechada por Añez para dar a conocer datos reales sobre la situación que ha dejado el criticado gobierno del MAS.
Si bien recalcó que la mandataria deberá hacer énfasis en la voluntad de estabilizar el país y viabilizar nuevas elecciones transparentes, considera oportuno esclarecer muchos datos erróneos que han sido difundidos por personajes afines al MAS a nivel internacional.
Éricka Brockmann, aclaró además que la aprobación de la Constitución Política del Estado se registró un 25 de enero y no así un 22. Sin embargo, esta última fecha fue elegida siguiendo una referencia simbólica y personal de Evo Morales.
Al debate, se ha sumado el periodista y analista Humberto Vacaflor, para quien no es pertinente que la presidenta Añez emita un informe con las características mencionadas pues no contribuiría a un ambiente de paz. En todo caso, insistió en que los actos conmemorativos deberían realizarse durante la jornada histórica del 6 de agosto.
No obstante, el experto no descartó la posibilidad de que se pueda brindar un balance general a manera de adelanto, para posteriormente y cuando sea oportuno, develar la dimensión de las irregularidades de la gestión de Morales y García.
Por otra parte Humberto Vacaflor, reafirmó su teoría de que el MAS ha cumplido su ciclo tras la decepción que significó la salida de Evo Morales del país, y los únicos militantes activos provienen del Chapare.
