Para el analista, es evidente que las contradicciones e inconsistencias observadas son muestra de que el MAS inventó una fábula que ahora no puede sostener, en el afán de imponer una narrativa de golpe de estado y desvirtuar el fraude electoral de 2019.
Al margen de ratificar que la intención de Evo Morales y sus colaboradores de entonces fue generar violencia y un vacío de poder, Alvarado lamentó que todo el proceso este montado con anticipación para dictar sentencia contra Jeanine Añez y otras figuras del gobierno transitorio.
Sin embargo, el ex presidente de la Cámara de diputados por el MAS, Víctor Borda, rebatió los argumentos expuestos y ratificó que su renuncia no fue voluntaria sino derivada de presiones externas y violentas. Así también, recordó que jamás presentó una dimisión escrita.
Sobre los hechos de 2019, Borda reiteró su versión y rememoró las circunstancias que también afectaron a otros personajes prominentes del MAS como la ex senadora Adriana Salvatierra.
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