Si bien, se conoce que ambas acusadas fueron liberadas después de algunas horas, el hecho generó repercusiones y opiniones encontradas.
En primera instancia el gerente general de la institución, Dr. José Luis Martínez se pronunció al respecto e hizo conocer su versión de los acontecimientos, reprochando la vulneración a derechos de quienes acudieron a un servicio de emergencia protegidos por las leyes vigentes.
Sin embargo, la representante de la Federación de Sindicatos Médicos y Ramas Afines de Seguridad Social (FESIMRAS), Dra. Nancy Pereira, expuso una visión distinta del incidente y aclaró que el sector sufre varios atropellos como ser la restricción del derecho a la protesta por no contar con las condiciones idóneas de trabajo.
Sobre el caso en particular, subrayó que los uniformados fueron sometidos a un proceso conocido como “triaje” habitual para determinar el tipo de atención que requerían.
Al margen de hacer conocer supuestas arbitrariedades cometidas por uno de los policías, la profesional cuestionó la preparación del actual gerente de la Caja Nacional de Salud por desconocer la dura realidad en la que deben desempeñarse los funcionarios de la entidad, carente, dice, de insumos, medicamentos y recursos humanos.
De acuerdo a Nancy Pereira, la aprehensión de las dos personas acusadas es una muestra de la injusticia que prevalece en Bolivia y la forma arbitraria de proceder en contra de reglamentos y procesos administrativos que corresponde aplicar.
Por ello, reafirmó la pertinencia de aplicar las medidas de reclamo que se asumen hoy en el Hospital Obrero.
Por su parte, el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Dr. Luis Larrea también repudió el proceder de la justicia y coincidió en detectar falta de conocimiento de su colega José Luis Martínez, a quien considera responsable por las falencias en la atención de la seguridad social.
En este sentido, respaldó la huelga de brazos caídos por parte del personal.
En otro tema, el galeno confirmó que la reciente reunión del Consejo Nacional de Salud, determinó convocar a un paro de actividades con movilizaciones simultáneas mañana 4 de agosto, en rechazo a la persecución política de las autoridades, la falta de atención a requerimientos del sector y la intromisión en su labor.
Además de augurar contundencia en el anunciado “paro de los mil servicios”, Larrea apeló a la comprensión de la ciudadanía que resulta afectada por un inadecuado manejo administrativo vinculado a intereses políticos y no sociales.
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