El dirigente, narró lo sucedido tras la renovación de directiva a nivel nacional y las intenciones de Mendoza de interferir en las labores de la nueva gestión.
Asimismo, denunció que Max Mendoza forma parte del comité ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, y se confirmó dicho extremo con la negativa de la entidad a reconocer la representatividad del rubro pese a contar con personalidad jurídica.
Galo Andrade, representante de la Federación de Trabajadores Universitarios del país, lamentó que el sistema se encuentre contaminado por la injerencia política del MAS poniendo en peligro, dice, la vigencia de valores democráticos.
En este sentido, reafirmó la necesidad de llevar adelante al décimo tercer congreso universitario nacional a la brevedad posible para debatir aspectos de preocupación.
Coincidió con esa opinión, el ex ejecutivo de la Federación de Docentes de la Universidad Pública de El Alto, Salvador Quispe, quien destacó toda oportunidad orientada al análisis sectorial y a la eliminación de elementos político – partidarios que generan distorsión en las distintas casas de estudios superiores.
En calidad de docente de la UPEA, Quispe expresó confianza en que el próximo encuentro universitario nacional será el foro apropiado para evaluar planteamientos como limitar el tiempo de estudio y el periodo de representatividad de dirigentes estudiantiles y administrativos.
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