jueves. 18.04.2024

En esta jornada, corresponde formular algunas consideraciones en torno a la crítica situación que atraviesa el país, pero en función de los niveles de confrontación que pudieran presentarse y que de alguna manera se evidencian en esta coyuntura.

Para introducirnos en esta temática, habrá que establecer un contexto y describir el comportamiento de la sociedad boliviana a los largo de los últimos años, incluso desde antes del ingreso al gobierno del Movimiento Al Socialismo.

Como se conoce en la historia nacional, la sociedad boliviana estuvo dividida en función de su relación con los medios de producción al igual que muchas naciones del mundo, estableciéndose también diferencias respecto a la línea ideológica imperante en las organizaciones sindicales.

La evolución de la sociedad, tuvo siempre demandas de mayor participación de la gente den las decisiones nacionales, en la perspectiva de buscar mejores días para los bolivianos.

No es casual que en las luchas por reconquistar la democracia, hubo el concurso de diversas organizaciones políticas, e independientemente de sus líneas ideológicas, se unieron contra las dictaduras militares con la famosa Coordinadora de Defensa de la Democracia (CONADE), organización que pretende ser restituida en la coyuntura actual.

Luego de la lucha por la reconquista de la democracia, hubo un prolongado periodo, de gobiernos llamados neoliberales, que de alguna manera tuvieron luces y sombras, hasta llegar a los sucesos de violencia del febrero y octubre del año 2003,

Fue en esa coyuntura en la que cobró su protagonismo el Movimiento Al Socialismo, que se mostraba como una opción de cambio y que buscaba dejar de lado las injusticias sufridas en anteriores gestiones.

En criterio de varios estudiosos, eso no ha ocurrido y lejos de generar escenarios de acercamiento y de unidad, se produjo mayor confrontación entre los bolivianos ahondándose artificialmente las diferencias raciales y regionales.

Respecto al actual escenario de conflictividad, algunos analistas pudieron establecer que existen diferencias  entre la gente que se moviliza en defensa de  la democracia enarbolando el sentimiento de bolivianidad, con la tricolor  a su lado, contra quienes defienden al gobierno del MAS.  

Al margen de las valoraciones subjetivas sobre la validez de las adhesiones, se pudo establecer que hemos ingresado a un lamentable ambiente de confrontación, entre los grupos que apoyan al gobierno y quienes defienden la democracia ante a un fraude evidente, manifiestan los críticos del gobierno.

Estos mismos críticos del gobierno, pudieron identificar una actitud un tanto displicente de los efectivos policiales, que de alguna manera favorecen a los grupos afines al MAS en contra de los ciudadanos que se movilizan pacíficamente.

Lo real, es que por el momento la situación se ha tornado bastante complicada, pues al margen de estos escenarios de confrontación, las posibles salidas también se van complejizando, pues a nivel de la misma CONADE, existen diferencias en  los objetivos del presente movimiento.

Algunos siguen con el pedido de la segunda vuelta electoral, otros hablan de la anulación de las elecciones para dar paso a un nuevo proceso, sin dejar de lado los ofrecimientos del gobierno de llevar adelante una auditoría a los comicios pasados.

Por lo pronto, se aguarda que la pacificación llegue al país en el marco del respeto a la democracia, la transparencia, las normas imperantes, y sobre todo cuidando la vida de los ciudadanos.

El Panorama de la Noticia: Niveles de confrontación en el conflicto