En esta ocasión vamos a tomarnos una licencia para recordar un hecho bastante importante de la historia nacional, que tiene que ver con la recuperación de la democracia.
Una fecha como hoy, hace 37 años, Bolivia reencamina su destino en el marco del Sistema Democrático, tras un largo periodo de regímenes dictatoriales militares que gobernaron con apoyo de civiles adherentes de algunas fuerzas políticas.
Fue el Gobierno liderado por Hernán Siles Suazo Presidente y Jaime Paz Zamora vicepresidente, que toma la conducción del país, bajo la sigla de la Unidad Democrática Popular (UDP), compuesta por partidos como el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), el Movimiento Bolivia Libre (MBL) y un sector del Partido Comunista de Bolivia (PCB).
El gobierno de Hernán Siles Suazo, como era de esperarse, tuvo bastantes problemas al momento de asumir las riendas del estado, toda vez que se presentan múltiples problemas.
La hiperinflación galopante, fue quizá una de los sellos indelebles de esta administración, pues el peso boliviano se devaluaba constantemente frente al dólar, desembocando en constantes elevaciones del costo de los productos de la canasta familiar, aspecto que influyó en las movilizaciones sociales.
Al inicio, el gobierno de Siles, tuvo un gran apoyo, que se refleja en imágenes sobre concentraciones masivas en la histórica Plaza de San Francisco, sin embargo por la difícil situación económica, esto fue cambiando.
Existen luces y sombras en este gobierno, calificado como el más importante, pues supone el retorno a la vida democrática boliviana. La administración duró sólo tres años y Siles Suazo, adelantó las elecciones renunciando a su cargo antes de lo debido, en una muestra, muchos dicen, de grandeza.
El resto de la historia es de conocimiento público, pues se presentaron en lo sucesivo varios gobiernos nacidos del voto en las urnas.
Quizá una reflexión importante es que el retorno a la democracia, costó sangre, luto y dolor en varias familias bolivianas que sufrieron el embate de los regímenes dictatoriales.
Es por ello la importancia sobre el cuidado de las libertades propias del sistema democrático, obviamente respetando al adversario parte de una sociedad tolerante.
Luego del retorno a la democracia, se suceden en este camino tortuoso, varios gobiernos con el calificativo de neoliberales, por su adhesión a un régimen económico determinado por organismos internacionales.
Fue el gobierno de Víctor Paz Estensoro, que sucedió al de Siles Suazo, emitiendo el famoso Decreto Supremo 21060, y el resto de las administraciones siguieron los lineamientos de esta norma.
Se ha mencionado que Jaime Paz, Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo Bánzer, Jorge Quiroga, nuevamente Sánchez de Lozada, y luego las sucesiones de Carlos Mesa y Eduardo Rodriguez Veltzé, incluso el gobierno de Evo Morales, mantuvieron la esencia del 21060, aunque este último dijo que lo eliminó.
La última administración se auto-identifica contraria al neoliberalismo, a pesar de criterios adversos que le asignan similar carácter por sus hechos, independientemente del discurso utilizado.
En la actualidad, la reflexión sobre la necesidad de precautelar el sistema democrático se mantiene, pues habría el peligro de que se desconozca un elemento básico de la democracia como es el voto ciudadano, haciendo referencia al tema del 21-F.
Pero bueno, de lo que se trata es mantener vigente el sistema democrático, respetando sus pilares básicos, para beneficio de una convivencia pacífica.