Al inicio de la presente semana y en el marco del nuevo escenario que vive nuestro país, por la cuarentena total que se dispuso y que vive nuestro país desde este domingo 22 de marzo, corresponde formular algunas reflexiones sobre lo dispuesto por el gobierno, sobre las reacciones de la ciudadanía y también sobre el efecto que sin duda se va a producir.
Es de conocimiento público que en el país, se han registrado hasta el momento 27 casos de coronavirus oficialmente informados por el Ministro de Salud Anibal Cruz, quien además ha reiterado las recomendaciones de rigor.
Como es de conocimiento público, la cuarentena estará vigente hasta el 4 de abril según lo dispuesto por las autoridades de gobierno, y se aguarda que durante ese tiempo en función de la disciplina para cumplir las restricciones, se pueda tener un mejor escenario a nivel nacional.
Todas las personas deben permanecer en sus domicilios y sólo una por familia puede salir a los centros de abasto, que estarán funcionando hasta el medio día según lo establecido.
Se ha determinado además, que sólo personal autorizado podrá salir a cumplir funciones específicas, a la luz de normas existentes, dejando entendido que gente vinculada al área de salud y a la actividad periodística, no requiere de autorización especial, pues sólo bastará con presentar la credencial respectiva, para dar cuenta de su labor.
Los organismos de seguridad como la policía y los efectivos militares, tendrán la tarea de hacer cumplir a cabalidad, todo lo dispuesto por el gobierno nacional, respecto a la vigencia de la cuarentena.
Se hizo evidente también el cierre de fronteras y la suspensión de vuelos internacionales, para evitar el ingreso de extranjeros a territorio boliviano, en el marco de la cuarentena total.
Hacernos reiteración de estos elementos, pues no está demás tomar en cuenta, las normas que están vigentes durante este periodo, ante la necesidad de evitar la propagación de los casos de coronavirus que se registran en el mundo, más aún, las cifras preocupantes que se presentan en otras naciones, como España e Italia, sobre todo.
Pero esta reflexión, no estaría completa si es que no realizamos puntualizaciones en torno al comportamiento de cierto sector de la ciudadanía que no ha llegado a entender, sobre la magnitud del problema que se registra.
Sería comprensible que muchas personas no entiendan o no hayan logrado asimilar la gravedad del virus al que la humanidad se enfrenta, pero que existan motivaciones inconfesables o de tipo político, definitivamente ya no es tolerable.
En el primer caso, es posible hacer entender a la gente de lo que realmente ocurre con una intensa campaña de información oficial y creíble, para de cierta manera despejar las dudas existentes.
Pero en el segundo caso, si en medio de las acciones que evitan cumplir las restricciones por motivaciones políticas, la situación sería muy deplorable, por lo que las autoridades han determinado aplicar las normas con bastante rigor, pues se trata en definitiva del atentado contra la salud pública.
No es casual que ya algunas personas, hayan sido cauteladas y detenidas en algunos recintos penitenciarios, pues estuvieron oponiéndose abiertamente a la aplicación de las normas establecidas.
En todo caso, de lo que se trata ahora, es entender la magnitud del coronavirus y su impacto en el mundo. Pero no sólo eso, sino también entender la necesidad de las restricciones que se van asumiendo en bien del conjunto de la población, buscando evitar la propagación de los casos existentes hasta ahora.
