viernes. 29.03.2024

Hoy, es necesario orientar nuestra mirada hacia el trabajo que desarrollan las autoridades de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que tienen el reto inicial de elegir a las personas más probas como autoridades electorales y posteriormente garantizar la realización de las elecciones generales.

Como es de conocimiento público, se pudo evidenciar que los legisladores han ido avanzando en su trabajo, en el marco de los consensos  previamente establecidos, en la perspectiva de evitar demoras innecesarias.

Según lo que se ha mencionado, las diferencias que se han obtenidos no fueron temas insalvables, por lo que se pudo superar algunos puntos de controversia, y se dijo que la misma característica se tiene en los diferentes escenarios de discusión a nivel de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Ahora bien, y respecto a las características del Reglamento para la selección y elección de los Vocales del Tribunal Supremo Electoral, se debe hacer notar que en el proceso en curso se han simplificado algunos temas para que contemos con autoridades electorales de manera pronta.                   

Se ha reiterado algunos aspectos propios de los procesos de preselección y posterior elección de las autoridades. Tareas que suelen presentarse, precisamente en la labor de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

En este contexto, se ha reiterado algunas exigencias para los postulantes que están establecidas en las normas existentes, pero además se impuso la necesidad de buscar nominar, a las personas más probas.

Pero no sólo se trata de eso, pues se dijo que además de la probidad, los nuevos vocales electorales tendrían que tener otras características como el elemento técnico y el conocimiento debido en el área.

Es decir, que conjuncionando la probidad y transparencia por un  lado, además de la experiencia y conocimiento del área por otro, es posible tener un Tribunal Supremo Electoral bastante expectable, que cumpla con su labor asignada.

En estas condiciones, se podrá aguardar elecciones transparentes, que de alguna manera legitimen al siguiente gobierno, y se posibilite, en consecuencia, un funcionamiento armónico del aparato del estado y también de la vida de los ciudadanos a través de sus distintas actividades, tanto desde el ámbito público, como del privado.

De todas maneras, este funcionamiento armónico de la sociedad, es susceptible de discusión y polémica, pues como en todo, la dinámica del mundo impone movimientos constantes, en función de intereses que presentan las naciones del mundo y que a su vez impactan en la economía y la política.

Existen ciclos que suelen acabar y concluir con bastante violencia, como emergencia de aquello nuevo que quiere salir.  Por lo menos esa es la experiencia que otorga la historia no sólo en Bolivia sino también a nivel mundial, afirman los analistas.

Por eso, cuando hablamos del funcionamiento armónico, es un deseo generalizado que impone cierta “normalidad” en la vida de los ciudadanos, aunque no necesariamente se mantiene de manera constante, pero ese es un tema de otro escenario de reflexión.

Por lo pronto, lo que se aguarda de las actuales autoridades de transición, es que no desarrollen ninguna acción fuera de lo que le corresponde hacer, pues ello podría tener efectos impensados, toda vez que se trata de un gobierno sin la legitimidad del voto en las urnas, como se hizo notar.

En todo caso, que se aguardan decisiones trascendentes en el marco del respeto a las normas y con la debida reflexión previa sobre posibles efectos en la sociedad boliviana.