Para hoy, corresponde establecer algunas reflexiones en torno a la situación existente entre Bolivia y Chile, toda vez que recientemente se ha generado información de trascendencia, vinculada fundamentalmente con el proceso judicial por el tema de las Aguas del Silala.
En este contexto, se debe recordar que recientemente la Cancillería de nuestro país, emitió un Comunicado en el que se hace conocer que en la contra-memoria enviada por nuestro país a la Corte Internacional de Justicia, se realizan concesiones a la tesis de Chile, sobre el proceso por las aguas del Silala.
Según este comunicado, las anteriores autoridades nacionales, han aceptado que parte de las aguas del Silala, fluyen de manera natural hacia territorio chileno, dejando de lado la idea de que todos estos recursos fueron desviados artificialmente hacia el vecino país.
Lo que llama la atención, es la razón del cambio de criterio, pues se han publicado varios estudios de investigadores bolivianos en los que se da cuenta sin lugar a dudas, que las aguas del Silala, fueron aprovechadas por el vecino país de manera ilegal y sin compensación para el estado boliviano.
Además y en el marco de las reacciones tras el comunicado de la Cancillería, se lanzaron incluso algunos anuncios, en sentido de instaurar procesos judiciales por traición a la patria, contra las ex-autoridades nacionales.
Los sectores que han manifestado su decisión de iniciar procesos judiciales contra el ex – Presidente Evo Morales; el ex – Vicepresidente, Álvaro García; el ex – Agente Eduardo Rodríguez y otras autoridades del anterior gobierno; son precisamente personas que se encuentran molestas por el planteamiento realizado en el tema de las Aguas del Silala.
La respuesta de autoridades del gobierno pasado, surge de parte de Eduardo Rodríguez Veltzé, quien ha manifestado que el comunicado emitido por la Cancillería, es inoportuno y poco profesional.
Rodríguez Veltzé, no cree que en media página, se pueda sintetizar toda la documentación que se ha utilizado para plantearla ante la Corte Internacional de Justicia.
En todo caso, la situación es bastante preocupante, pues se trataría además de una eventual nueva derrota ante Chile, tomando en cuenta que la primera, se registró en el marco de la demanda marítima, cuyo resultado fue lapidario para las aspiraciones de nuestro país.
En este contexto, se ha solicitado que se debe establecer las responsabilidades en el tema del Silala, y reencauzar las decisiones en beneficio del estado boliviano, aunque no será extraño que alguien mencione que se ha roto el principio de confidencialidad que debe tener el proceso en sí mismo.
De todas maneras, entre las reflexiones que han surgido hasta el momento, no se pueden dejar de lado los puntos de vista más pragmáticos, pues algunos analistas han señalado que lamentablemente tenemos un manejo chuavinista de los temas pendientes con Chile.
Fuimos, somos y seguiremos siendo, un país limítrofe con Chile, por lo que nuestra visión de futuro tendría que cambiar e incorporar un criterio más pragmático, a la hora de encarar los temas pendientes con el vecino país, para beneficio de ambos, sostienen estos analistas.
Por el momento, la situación tensa se mantiene, y haciendo referencia a la coyuntura, habrá que dejar de lado la electoralización de temas de Estado como es el del Silala, sostienen algunos entendidos.
Lo cierto, es que tendrá que haber un manejo responsable de toda la temática abordada, siempre cuidando los intereses nacionales y dejando de lado las posturas individualistas o sectoriales.
