Para hoy, hemos previsto resaltar un tema que repuso el debate sobre los sucesos que se han registrado desde el proceso electoral del 20 de octubre, las denuncias de fraude electoral, la dimisión en el poder de Evo Morales, y la posterior asunción a la Presidencia de Jeanine Añez.
Como es de conocimiento público, recientemente se ha publicado un artículo, en el espacio web del Washington Post, en el que se rechaza que en Bolivia se haya producido un fraude electoral el pasado proceso del 20 de octubre.
Supuestamente esta publicación se basó en un trabajo investigativo del Laboratorio de Ciencias y Datos Electorales del Instituto Tecnológico de Massachusetts de Estados Unidos, realizado por John Curiel y Jack Williams.
“No existe evidencia estadística que podamos encontrar” sostiene parte de los resultados de la investigación desarrollada por estas dos personas y que ha generado varias reacciones en pro y en contra de lo que se afirma.
La primera reacción trascendental, fue sin duda la de la propia Organización de Estados Americanos, cuyo informe daba cuenta precisamente de hechos irregulares que confirmaban la teoría del fraude electoral que se produjo en el proceso del 20 de octubre.
Es más, la OEA se ha ratificado en el informe que difundiera sobre las elecciones del 20 de octubre, y cuya referencia preliminar derivo en la renuncia del ex – Presidente Evo Morales.
La teoría del fraude electoral se ha evidenciado en la misma realidad nacional, en criterio de muchos analistas y entendidos, ante una multiplicidad de sucesos y situaciones que permanentemente generaban asombro.
Ahora bien, la tesis del artículo del Washington Post, fue asumida como algo contundente de parte de los miembros del Movimiento Al Socialismo, que acuden a este material para rechazar que en el proceso electoral del pasado 20 de octubre haya habido un fraude,
Es más, se ha manifestado que este criterio, se lo trata de sumar a su postura de que en el país hubo un golpe de estado con la asunción a la Presidencia de Jeanine Añez, todo en el marco de una estrategia masista para re-posicionarse en el escenario político electoral, hacia los comicios del 3 de mayo.
Ya es sabido que el MAS, utiliza el slogan de que en el país se produjo un golpe de estado, a pesar de que técnicamente se ha demostrado que eso no es real, sostienen los analistas, quienes aseguran que se trata de una retórica para generar en el imaginario de la gente esa idea, sin tener ningún asidero real.
En consecuencia, se ha reiterado con insistencia que para que haya un golpe de estado, existen algunas condiciones materiales como el uso de las fuerzas armadas en las calles, cosa que no existe; que haya un régimen vertical sin el respeto a las normas vigentes en el país, y el cercenamiento de los derechos ciudadanos en la calles, cosa que tampoco ocurre.
Ahora bien, es muy importante que cualquier postura teórica o la presentación de un suceso desde un punto de vista retórico, debe ser constatado con la realidad, y por ello se hace énfasis en que debe existir claridad; sobre lo que se dice es y sobre lo que realmente es.
Además, se ha mencionado que independientemente de los criterios subjetivos que se manejen, la población tiene clara la figura sobre lo que realmente ocurrió.
Lo que corresponde, es seguir generando el debate acerca de los temas nacionales, despojados de toda camiseta o venda partidaria y subjetiva, si es que queremos establecer con claridad la realidad en la que nos encontramos.
