jueves. 28.03.2024

Hoy, corresponde formular algunas consideraciones en torno al conflicto actual, que ya ha cobrado una nueva vida como es el caso de Limbert Guzmán en Cochabamba, en el sector de Huayculli producto de hechos de violencia  extrema.

Las informaciones dan cuenta que un grupo de adherentes del Movimiento Al Socialismo que llegaron a la ciudad del Valle, agredieron a Limbert Guzmán, un joven estudiante de 20 años de edad que formaba parte de la denominada Resistencia Cochala, a quien golpearon brutalmente.

Los reportes médicos iniciales, daban cuenta de una situación bastante complicada del joven estudiante, pero ya en horas de la noche se produjo el lamentable deceso de esta persona.

Recientemente, el vice – Presidente, ha manifestado que existen versiones de los familiares de Limbert Guzmán, en sentido de que habría fallecido no por los golpes de los adherentes masistas, sino por una inadecuada manipulación de una bazuca artesanal.

Como consecuencia  de este hecho, se pudo detectar a quienes presumiblemente fueron los responsables de la golpiza al joven estudiante, los mismos que fueron entregados a las autoridades; por lo menos eso es lo que se pudo observar en un video.

Pero no sólo ese hecho ha generado polémica, pues también hubo agresiones a la Alcaldesa de Vinto, quien fue acusada de pagar a los grupos de campesinos para que lleguen a la Capital del Valle y desarrollen acciones contra las personas movilizadas en el bloqueo.

Las expresiones de condena de parte del oficialismo, centraron su orientación a este suceso ocurrido con la Alcaldesa de Vinto, dejando de lado el caso de Limbert Guzmán.

Ahora bien, se debe recordar que este deceso, se suma a lo ocurrido en Montero con la muerte por impacto de bala de dos personas que también se movilizaban por la democracia.

En criterio de los analistas, lo curioso del asunto es que estas muertes sean sólo de un lado, pues del otro no se ha registrado ninguna baja, a excepción de personas heridas que existen en ambos sectores.

De todas maneras, el conflicto se mantiene latente y la situación se hace insostenible pues en vez de disminuir, los bloqueos y los hechos de violencia, se han intensificado cada vez más.

Lo preocupante es que los protagonistas de este conflicto, al parecer mantienen  posturas encontradas, y no falta quien asegure que de continuar esta situación, las demandas serán más extremas y cuando las autoridades acepten alguna concesión probablemente sea tarde.

Ya se había advertido con llegar a esta situación, y se exhortaba hace bastante tiempo con evitar acciones irregulares, se pedía el cumplimiento pleno de las normas, se pedía respeto a la voluntad popular, se decía que se debía actuar con transparencia y sobre todo evitar escenarios de confrontación verbal, según algunos entendidos.

Al parecer los protagonistas, hacían caso omiso a estas recomendaciones y pedidos, y las consecuencias son las que podemos observar a diario en distintas capitales del país.

De todas maneras, oficialistas y opositores se acusan entre sí, respecto a la generación de violencia que se ha presentado con bastante fuerza.

En todo caso, la tarea central de todos los sectores, tendría que ser la búsqueda de salidas democráticas, constitucionales, y sobre todo pacíficas. Por lo menos eso es lo que se solicita, ante varios hechos de violencia que ya han cobrado la vida de tres personas en este conflicto.